Actuar, una lucha maravillosa
José María López vuelve a escena con El ex alumno, en el Teatro del Pueblo
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Viernes 11 de junio de 2010 | Publicado en edición impresa De pequeño nunca pensó en dedicarse a la actividad teatral. Sus padres españoles lo guiaron hacia una formación universitaria. José María López se recibió de arquitecto, pero nunca ejerció esa profesión. Nuevo Teatro, entonces dirigido por Alejandra Boero y Pedro Asquini, fue la institución en la que comenzó a dar sus primeros pasos sobre las tablas.
Llegó ahí siendo muy joven y guiado por el aviso de un diario. La primera imagen que vio sobre el escenario fue la de una escena en ensayo de Raíces , uno de los éxitos más importantes de aquel grupo.
Su adaptación a Nuevo Teatro fue singular porque hasta tuvo que cumplir tareas de acomodador. Pero ya había descubierto que la actuación era su máximo objetivo y sólo se dejó llevar. "La carrera fue dándose a los golpes -cuenta hoy este actor-. En algún momento sentí que debía dejar Nuevo Teatro, probar en otros espacios, y entonces empecé a recorrer otros teatros independientes, otros sótanos. Hasta que me inscribí en el taller de Agustín Alezzo y, ahí, se produjo un cambio muy grande. Estuve años al lado de Agustín. Ya en el segundo año participé como actor en Despertar de primavera, de Frank Wedekin, después en Sólo 80,junto a Hedy Crilla, y hasta tuve un papel destacado en Llegó el plomero, de Sergio De Cecco."
Si algo caracteriza la carrera de este intérprete es la versatilidad con la que se adapta a diferentes proyectos y en muy distintos espacios. Puede vérselo en el circuito oficial tanto como en el alternativo, recreando autores clásicos o contemporáneos. "Tanto en el drama como en la comedia, me siento muy bien -explica López-. Hay ciertas obras que son bisagras en mi carrera; en verdad me cuesta llamarla carrera. En el segundo Teatro Abierto, por ejemplo, hice Oficial primero, de Carlos Somigliana, dirigida por Beatriz Matar. Era el final del proceso militar, después de la guerra por las Malvinas. Esa pieza trataba un tema muy ríspido para la época: el de los desaparecidos, el de los hábeas corpus. Con ese trabajo, empezaron a conocerme en el medio. Otra obra bisagra fue Los compadritos, de Roberto Cossa. Ahí hacía de alemán loco; había mucho de comicidad y de grotesco. Una tercera producción importante para mí fueBartleby , según la versión de David Amitín. Esos trabajos fueron muy distintos y me obligaron a recreaciones muy diferentes, a meterme en mundos muy distintos."
-¿Por qué te cuesta utilizar la expresión "mi carrera"?
-Carrera es como... Me suena a algo muy importante. Federico Luppi ha hecho una carrera; Ricardo Darín, también. Ellos han llegado a lugares muy destacados. Yo prefiero hablar de esta lucha.
Somigliana
Y en esa lucha ahora vuelve a un texto de Carlos Somigliana, El ex alumno , que a partir de esta noche se presentará, con dirección de Luis Sáez, en el Teatro del Pueblo. Una obra que se estrenó en 1978 y que ahora se recupera con un elenco que integran, además, Fernando Armani, Milagros Almeida y Martín Leis.
Este texto obliga a José María López a reparar en ciertos recuerdos. Por un lado, la figura de Somigliana, a quien define "como un tipo extraordinario que lamentablemente falleció muy joven, un gran tipo". Y por otro, su adolescencia en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Su personaje en la pieza es, precisamente, un viejo profesor de esa casa de estudios que, un buen día, recibe la visita de uno de sus alumnos. Ese encuentro desencadena un sin número de situaciones inquietantes.
Su destino es la actuación. "Actuar es vivir -sigue López-. Creo que debo tener muchas carencias. Ser otro en el escenario es como concretar algo, realizarme. Soy muy tímido en la vida, pero en el escenario soy capaz de cualquier cosa. Me gustan esos personajes que me permiten arriesgar. Me gusta jugarme en el escenario. Es como una lucha maravillosa".
Carlos Pacheco
Edición Online de la nota en La Nación Espectáculos
